Habilidades del futuro que se desarrollan con la robótica
- Jean Piaget

- 20 oct
- 1 Min. de lectura
En Jean Piaget encontramos la base del aprendizaje constructivista, donde el conocimiento se construye a través de la experiencia y la acción. Bajo esta perspectiva, la robótica se convierte en una herramienta educativa que estimula el pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas. Al programar y ensamblar robots, los estudiantes aprenden mediante la experimentación, fortaleciendo su capacidad de análisis, razonamiento lógico y autonomía.

Además, enfrentarse a errores y desafíos técnicos fomenta la perseverancia y la adaptabilidad, habilidades clave en un mundo en constante cambio.
La robótica también potencia el trabajo colaborativo y la comunicación, ya que los proyectos suelen desarrollarse en equipo. Este entorno favorece la cooperación, el liderazgo y la empatía, valores esenciales para desenvolverse en contextos laborales modernos. Además, impulsa la curiosidad científica y la innovación, motivando a los jóvenes a explorar nuevas formas de aplicar la tecnología para resolver problemas reales.
En conjunto, estas experiencias no solo preparan a los estudiantes para carreras tecnológicas, sino que también los equipan con competencias transversales que serán indispensables en el futuro. La robótica, más que enseñar a programar, enseña a pensar, crear y adaptarse, convirtiéndose en un puente entre la educación tradicional y las demandas del mundo digital.
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